jueves

La Historia de nunca acabar ( Capitulo 1)

        Una ilusión truncada por el egoísmo y el negocio pretendido de algunos.
Qué bonito es recordar el pasado, cuando de una ilusión cumplida se trata. Esto es, quien no
tuvo esa ilusión de poder tener un día un trozo de tierra en propiedad, por muy pequeña que fuere,
para poder decir, esto es mío y puedo hacer en ella lo que me venga en gana. Un pequeño huerto,
una casita, una piscina, criar animales etc, etc.
Pues bien a finales de los años setenta, primero de los ochenta, hubo quien con mucho
esfuerzo y empleando, unos algunos ahorros que pudiera tener, otros haciendo un sacrificio de su
sueldo, apartando una cantidad, sacrificándose de tomar una cerveza o prescindiendo de ir al cine,
y muchas más cosas, lo pudo hacer. Este caso se dio en algunos que vieron que en el término de
Almensilla, la finca conocida como la Hacienda Miro, se ponía a la venta en parcelas para huertos
familiares, a unos precios asequibles, y así lo hicieron.
Pero seguro que la gran mayoría no pensaba nada más que en ver cumplida esa ilusión.
Seguramente nadie pensó en que iba hacer el gran negocio. Cada cual, como buenamente pudo y
con ese esfuerzo antes referido, fue haciendo lo que le iba permitiendo sus posibilidades.
Al cabo del tiempo estas parcelas, por imperativo de la ley fueron obligadas a perder ese uso
como tal huerto familiar. Las administraciones obligaban a que hubiera que urbanizar la zona,
creándose así lo que ya todos conocen como el Sector-F de Almensilla. Esto conllevaba la
obligación de formar una Junta de Compensación para de esta manera poder poner en marcha el
tan sonado y famoso Sector-F de Almensilla.
Ya aquí empiezan los primeros problemas, como era el tener que poner de acuerdo a todos
los propietarios y a su vez explicarle que es una Junta de Compensación, y más cuando de lo que
se trataba era de urbanizar un millón doscientos mil metros de terreno. Al principio fue difícil la
comprensión de muchos, pero al final no hubo más remedio que entenderlo como tal.
Después de infinidad de reuniones con el Alcalde, por parte de algunos vecinos, que de una
manera voluntaria se prestaron a ello, y visto que esto no tenía marcha atrás, se pudo llegar a los
acuerdos que se habían de llegar y seguidamente, y debido a que el propio ayuntamiento no era
capaz con sus medios de organizar tal empresa a acometer, se contactó con una gestora que fuera
capaz de poner en marcha todo lo necesario.
A partir de aquí ya había que pensar en que era necesario poner dinero para gastos y por
supuesto cuando se trata de ello, los problemas se comienzan a dar. Después del estudio
económico para el inicio, era menester poner por cada m2 de terreno 49 ptas. El primer paso era
hacer el Proyecto para llegar al Plan Parcial del Sector y seguidamente el Proyecto de
Urbanización, así como la documentación que ello requiere, confeccionar las bases de actuación,
constituir la Junta de Compensación, los Estatutos por los que se regirá, etc, etc.
Se nombran, en una primera asamblea, un Presidente, un secretario, un tesorero y ocho
vocales. Hasta ese momento todo iba marchando. Con dificultades, pero iba marchando.
En el cobro de las cuotas fijadas, que se hicieron en dos o tres veces, según se acordó, hubo
una respuesta satisfactoria de una gran parte de los propietarios, pero como era de esperar,
quedaron también algunos rezagados que no cumplieron lo acordado y aquí, si es verdad, que los
problemas eran más difícil de solucionar. A día de hoy, por este concepto, y habiendo pasado ya
20 años, todavía hay quien tiene pendiente de liquidar este gasto. Más adelante, se dirá el porqué
de ello……… CONTINUARÁ

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